Alexander Wang ha vuelto a sorprender. Nada de clausura en el último desfile. Esto es "saludo y bye bye". Al contrario, los modelos volvieron a desfilar, esta vez vestido con prendas de ADidas y "tuneadas" por Wang.
El símbolo de Adidas se volvía loco y aparecía en las prendas del rev´ñes. Una colección de nueve pìezas unisex que se combinaba con las míticas tres rayas blancas.
Con el hashtag #wangfest, los invitados pasaron a una nave contigua y los invitados podían llevarse lo que quisieran.
Como si de un camión de contrabando se tratara, Alexander Wang consiguió que las prendas llegaran en bolsas de basura, consiguió romper las reglas establecidas del glamour y dejó que los estantes se llenaran de prendas únicas. Solo tres prendas por personas y ninguna repetida para no ser vendida después en E-bay. Todo está pensado.
Wang vive por y para el streetstyle y sabe lo que se cuece en la calle.
Después de esto ¿qué sera? De momento, deberemos acostumbrarlos a ver el símbolo de la marca boca abajo. Por algo se empieza.
Hasta pronto.