Hola a todos,
Escribo ya descansada. No podéis imaginar qué dura ha sido esta semana. El objetivo de hoy se lleva fraguando ocho meses. En agosto me puse de meta hacer la Media Maratón. Algo soñado pero inimaginable. Solo pensaba en correr una horita y listo. Y desgraciadamente he estado un par de semanas lesionada en un costado. Dicen que de sobreentrenamiento, yo creo que una se hace vieja y eso te pasa factura.
En fin, que desde el lunes no podía ni agacharme, ni moverme, ni tumbarme en la cama sin recibir una punzada de dolor. Y la impotencia de saber que el domingo no iba a estar al cien x cien me hacía saltar las lágrimas. Pero no de dolor... de impotencia!!!
Pero los que ya me conocéis me puede la perseverancia y cabezonería. Así que he pasado una semana recuperandome poco a poco. Relajantes musculares y calor... relajantes musculares y calor.
Hoy además el día no ha acompañaba. Lloviendo a mares me he levantado a las 6:40 y he dicho "Vamos Verita, por fin ha llegado el día". Y así ha sido. Una carrera dura porque el dolor me ha acompañado los casi 22 kilómetros. No ha importado, si quería acompañarme, pues ála!, conmigo. La lluvia nos ha calado hasta los huesos y a mí me ha cortado los mofletes (parezco Heidi en estos momentos). Nunca había hecho una carrera bajo la lluvia y la verdad es que no es tan desagradable como parece. Te da igual: corres, corres y corres.
Lo peor ha sido pasar por un lugar que ya ni recordaba. Quizás eso me ha dado más fuerzas para seguir porque vida solo hay una y hay que exprimirla. La ventaja, varios kilómetros de recuerdos y un tramo de carrera que se me ha pasado volando.
Después casi en la meta, mis compis Almu y Chema me daban ánimos a gritos. Un par de kilómetros y entrando en meta con una gran satisfacción de poder realizar un sueño. Medalla en mano por participar y cañitas con los amigos para celebrarlo.
Con Juanlu, Chema y Almu, como compañeros de fatigas, hemos pasado una mañana inolvidable. Espero que la siguiente sea al menos igual que esta!.
Mil gracias a todos lo que me han animado a ir y a los que me han reñido por ir. Os quiero igual.
Y mis pobres padres que les tengo en un sin vivir por llevar mi cuerpo in extremis. Pero como diría mi madre "es lo que hay".
Hasta la próxima!